Una claraboya o un tragaluz son ventanas en el techo que permiten la entrada de luz natural a un espacio.

Podemos colocar un tragaluz en cualquier estancia de nuestra casa, siempre que el espacio interior y exterior nos lo permita. Compartimos algunos de sus beneficios:

  1. Comparando con una ventana normal, los tragaluces aportan una cantidad de luz mucho mayor. No hace falta que tengan un gran tamaño para dotar de gran luminosidad a la estancia debido a la luz cenital que reciben del sol.
  2. Permiten una conexión visual con el exterior a través de una parte de la estancia a la que no se le daba uso, el techo. ¡Tumbarse en la cama pudiendo ver las estrellas es un lujo! Las claraboyas encima de las camas son una ventana al cielo.
  3. Proporcionan iluminación natural a espacios interiores sin ventanas: pasillos, entradas, baños… Las casas no siempre tienen aberturas en todas sus fachadas, por lo que una claraboya puede ser una solución al problema de luz natural.
  4. Los tragaluces, además de ser un elemento que aportan luminosidad, generalmente adquieren gran protagonismo dentro de la estancia. Como elemento decorativo pueden tener diferentes formas: cuadrados, rectangulares, circulares, en forma de pirámide, etc.
  5. En zonas de mucho uso, como puede ser la cocina, un lucernario aporta luz natural que evitará recurrir en todo momento a la luz artificial. Con ello, conseguiremos un mayor ahorro energético en nuestro hogar.
  6. Al estar en el techo dejan libres las paredes laterales, dando más juego a la decoración y a la colocación de los muebles.
  7. Facilitan la circulación del aire y, en especial, la salida del aire caliente.
  8. Además de los beneficios anteriores, las claraboyas garantizan la privacidad en estancias como, por ejemplo, el baño.

rolf benker