Una claraboya o un tragaluz son ventanas en el techo que permiten la entrada de luz natural a un espacio.
Podemos colocar un tragaluz en cualquier estancia de nuestra casa, siempre que el espacio interior y exterior nos lo permita. Compartimos algunos de sus beneficios:
- Comparando con una ventana normal, los tragaluces aportan una cantidad de luz mucho mayor. No hace falta que tengan un gran tamaño para dotar de gran luminosidad a la estancia debido a la luz cenital que reciben del sol.
- Permiten una conexión visual con el exterior a través de una parte de la estancia a la que no se le daba uso, el techo. ¡Tumbarse en la cama pudiendo ver las estrellas es un lujo! Las claraboyas encima de las camas son una ventana al cielo.
- Proporcionan iluminación natural a espacios interiores sin ventanas: pasillos, entradas, baños… Las casas no siempre tienen aberturas en todas sus fachadas, por lo que una claraboya puede ser una solución al problema de luz natural.
- Los tragaluces, además de ser un elemento que aportan luminosidad, generalmente adquieren gran protagonismo dentro de la estancia. Como elemento decorativo pueden tener diferentes formas: cuadrados, rectangulares, circulares, en forma de pirámide, etc.
- En zonas de mucho uso, como puede ser la cocina, un lucernario aporta luz natural que evitará recurrir en todo momento a la luz artificial. Con ello, conseguiremos un mayor ahorro energético en nuestro hogar.
- Al estar en el techo dejan libres las paredes laterales, dando más juego a la decoración y a la colocación de los muebles.
- Facilitan la circulación del aire y, en especial, la salida del aire caliente.
- Además de los beneficios anteriores, las claraboyas garantizan la privacidad en estancias como, por ejemplo, el baño.